Cómo conseguí que mi email me ahorrara cientos de horas de trabajo al año

Los comienzos: correos electrónicos en cajas de cartón

Llevo trabajando con el correo electrónico cerca de 20 años. De hecho, mi primera relación con el correo electrónico fue ¡vender cuentas de correo electrónico metidas en cajas de cartón! Sí, tal cual lo estás leyendo. ¿Y cómo era eso? Ponte en situación: hace 19 años pocas personas tenían acceso a Internet y las pocas que tenían correo electrónico lo usaban de manera profesional (casi todos altos ejecutivos). La cosa es que lo de comprar por Internet o poner tus datos era una cosa aún por descubrir y de alguna manera había que vender, así que si querías una cuenta de correo electrónico (¡de nada más y nada menos que 5 MB!) tenías que acercarte a una tienda (en mi caso un hipermercado), comprar una caja que contenía los datos de tu cuenta y configurártela en casa.

Las cosas han evolucionado mucho desde entonces. Al poco tiempo, ya todos podíamos tener nuestra cuenta gratuita con la que accedíamos a Internet a través de un portal (fue el gran momento de las «punto com») y hoy día disponemos de gigas y gigas de almacenamiento de correo gratuito y muchos más gigas por muy poco dinero más.

Lo que no ha cambiado tanto es el uso que le damos al correo. Sigue siendo nuestra herramienta de correo más personal, junto con el teléfono móvil. Lo usamos para abrir cuenta en cualquier servicio en el que queremos darnos de alta y hacemos que reciba información que consideramos de interés.

El problema es que pocas veces nos damos cuenta de todo lo que el email puede hacer por nosotros. Incluso que puede ser un empleado en nuestro pequeño negocio. Y puede ser tu recurso más barato y que mejor retorno de la inversión te traiga.

Durante muchos años me dediqué a gestionar manualmente todos y cada uno de los correos electrónicos que recibía. En ocasiones, esta tarea era inabarcable y realmente me hacía perder mucho tiempo. Dedicaba muchos más recursos a ser reactivo (reaccionaba a los correos que recibía) que proactivo. Apenas tenía tiempo y fuerzas para hacer crecer mis proyectos, ya que dar servicio a través del correo electrónico me suponía mucho más de lo podía llegar a hacer durante el día. Sí, mis clientes y contactos agradecían el trato personal, pero yo estaba atascado.

La solución: copiar a los grandes del sector

Siempre me ha gustado pensar en cómo funcionan otras empresas, sobre todo desde el punto de vista de los recursos humanos. Pensaba «¿cuántas personas tiene contratadas Amazon para enviarme mi email personalizado todos los días? ¿Y Atrápalo? ¿De verdad es tan rentable el correo electrónico?». Así que me puse a investigar cómo podían hacerlo y si yo podía aplicarme a mí mismo la metodología de las grandes empresas.

Resulta que todo era mucho más sencillo de lo que imaginaba. No eran personas las que me atendían, sino procesos automatizados. Algo así como el email que programas cuando te vas de vacaciones, pero mucho más avanzado. Sí, al final del todo hay personas que se relacionan no contigo, sino con cómo actúas con los contenidos de sus páginas y de los emails que te mandan, pero no es un proceso artesanal como el que yo estaba llevando.

Al final la clave estaba en segmentar y automatizar. Y si sigues suscrito a mi newsletter te vas a hartar de leerme estas dos palabras. Te lo aseguro.

Vale, ya teníamos la base de la metodología de estas grandes empresas, pero, ¿tendría que gastarme miles de euros en implementarla para mí mismo? Grata sorpresa: la respuesta era «no». Podía empezar con tan sólo 10 dólares al mes más lo que ya estaba pagando por mi servidor de correo corporativo. Ni mucho menos 100 euros al año con el servidor de mi página web incluido. (NOTA IMPORTANTE: Si utilizas cuentas de correo gratuitas como gmail, hotmail, etc. en tu negocio… ¡abandónalas ya mismo o nada de lo que te explique te servirá!).

¿En qué consiste esta metodología?

¿Y en qué consiste toda esta metodología? En primer lugar, en dar a cada contacto de tus listas de correos el contenido que mejor se adapte a lo que buscan en el momento en el que lo necesitan. De esto va la segmentación: de asignar comportamientos a tu correo en función de la información que tienes de tus contactos (sean clientes o no). Esta es la parte a la que tienes que dedicar tus mejores esfuerzos, ya que una buena segmentación es la clave del éxito.

La otra gran técnica de esta metodología es la automatización. Es decir, hacer que cada correo se envíe a cada destinatario adecuado en el momento preciso sin que tengas que hacerlo de forma manual. Sí, no todo es automático (ni siquiera en las grandes compañías), pero es un trabajo que se realiza una vez y luego se reutiliza cuantas veces lo necesites.

Y todo esto está a tu alcance

A estas alturas estarás pensando «Vale, muy bien y muy bonito todo, pero, ¿esto cómo se hace? ¿Y realmente puedo aplicarlo a mi negocio?» La respuesta a ambas preguntas es «SÍ» (así, en mayúsculas, para que se lea bien). Obviamente, no hay recetas universales, ya que cada negocio tiene unos clientes distintos y con unos hábitos y necesidades distintos, pero las herramientas son las mismas para todos. Es aquí donde entran los gestores de marketing de correos electrónicos. El arma secreta de las grandes compañías y accesible a cualquier negocio. El tuyo también.

Gracias a estas herramientas y a las técnicas que aprendí para usarlas pude por fin dar un vuelco a qué dedicaba las horas del día. De estar todo el día respondiendo emails pasé a preparar nuevos contenidos y servicios para abrir nuevas líneas de negocio que se venden prácticamente solas y, lo más importante, poder pasar más tiempo con mi familia. En mi caso, además, me permite trabajar donde quiera, pero lo mejor aún es que disfruto con lo que hago. Seguro que esto último es lo que te llevó a comenzar con tu negocio.

Quiero ahorrarte las horas y euros de formación y ensayo y error que me llevó dominar este tipo de herramientas necesarias para este proceso para que puedas dedicarlas a lo que realmente te importa: a que tu negocio sea mucho más rentable y tengas clientes que te compren sin tener que estar atendiendo a todos y cada uno de ellos de manera individual. De esto va mi blog y espero que el contenido al que te has suscrito te sea realmente de utilidad. Nada me alegraría más.