Hola
La información es poder.
Esta afirmación, que seguro que has oído mil y una veces, es lo que explicaba que alguien como yo, sin tener ni idea de lo que se cocía en un banco más allá de los movimientos de la libreta de ahorros, acabara como gestor de banca personal en una entidad bancaria.
Yo llegué a la banca con más miedo que respeto. Ganas de agradar y quedar bien en un trabajo que parecía de esos de “para toda la vida” (¡ja!).
El miedo derivaba de que la mitad de lo que me decían me sonaba a chino: factoring, línea de crédito, remesas al descuento…
Súmale que, además de todo eso, había que introducir eso en un ordenador con un programa de gestión menos intuitivo que segmentar en Mailchimp.
Menos mal que tuve una buena guía. La directora de la sucursal donde trabajaba, Paloma.
Ella me enseñó que el secreto para sobrevivir en banca era escuchar y anotar lo escuchado: “Nosotros sabemos más que los curas porque aquí se confiesan y además sabemos en lo que se gastan el dinero”.
El sucio dinero, decía ella.
Así que me apliqué el cuento y descubrí lo que nadie me había dicho: me habían contratado por mi capacidad de empatizar con los clientes y ganarme su confianza. Es decir, un banco no era un despacho, sino una tienda de dinero.
Y, aunque rudimentario, utilizaba la aplicación de recordatorios del software maldito y tan poco intuitivo.
“Mi hija se va a estudiar este verano al extranjero”, pues en mayo le llamaba para ofrecer un crédito.
“La semana que viene tengo el examen práctico de conducir”, llamadita de rigor para preguntar qué tal y aportar mi granito de arena en la compra del coche.
Y otras experiencias vitales de los clientes menos agradables, pero que también generaban una oportunidad de negocio.
Esto es lo que hoy los modernos del marketing llamamos lead nurturing. Y es clave para poder monetizar tu lista de suscriptores.
No tiene nada que ver con el autoresponder, no tiene nada que ver con la secuencia de lanzamiento y, por supuesto, tampoco te lo explican en cursos que te enseñan a pagar para captar leads.
Todo esto son trucos que tienes que conocer, pero que no son más que rascar la superficie de las posibilidades de tu lista de suscriptores.
Porque hacer lead nurturing trata de realmente exprimir a fondo la inversión que has realizado en tiempo y dinero para hacer crecer tu lista.
Esto es realmente el Email Marketing.
Y todo empieza con una pregunta. Una de las 4 preguntas que prácticamente hacen el copy de cualquier email que envíes.
Te las cuento todas aquí:
Aunque si haces lo que te digo, tampoco será un gasto.
Un abrazo,
Paco Vargas
Email Marketing & Automatización
PD. Las preguntas de las que te hablo, las haces y las respondes tú. Si no, no funciona.
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