Hola
Acabé de vendedor de electrodomésticos exagerando mi currículum en la entrevista de selección.
Y no me refiero al nivel de inglés.
La cosa es que me salió una entrevista de diez. Solo una vez no conseguí que me admitieran después de ir a una entrevista de trabajo (y aún así terminé trabajando en esa empresa).
Pero en el caso del que te hablo hoy, la entrevista no era suficiente. Cuando el entrevistador te dice que “si hubieras venido la semana anterior, el puesto era tuyo, que buscábamos un vendedor de informática y electrónica”, no puedes dejar escapar esa oportunidad.
Pero yo de vender electrodomésticos, que es para lo que era la entrevista, lo único que sabía era que estaban en la sección de al lado en mi anterior trabajo.
Como había buen rollo, de vez en cuando nos cubríamos los turnos de merienda y desayuno o picos de afluencia de clientes.
Cubrir no iba más allá de salir del paso. Es decir, si la cosa se complicaba, la venta se reducía a un claro y conciso “espere un momento, que ahora viene el responsable de la sección y se lo explica”.
Esa era toda mi experiencia como vendedor de electrodomésticos. Obviamente, no fue esto lo que conté en la entrevista. Había demostrado que era apto para el puesto y no estaba dispuesto a perderlo por un pequeño detalle. Al fin y al cabo, en los electrodomésticos ya está todo inventado, ¿no? La lavadora da vueltas, el frigorífico enfría y el lavavajillas hace magia.
Error.
Y me di cuenta de que me había pasado amarrando el puesto cuando me recibieron mis nuevos compañeros el primer día.
“Chicos, aquí está el nuevo fichaje. Un crack con mucha experiencia”, me presentó el jefazo. Ya ves, un yogurín de 19 años que iba a tener compañeros que mínimo le sacaban 8 años.
Pero bueno, no podía ser muy difícil. Si había aprendido a vender ordenadores sin tener ni idea de cómo se encendía, no podía ser mucho más difícil con una lavadora o un frigorífico.
Lo digo de nuevo: Error. Lo comprobé con mi primer cliente. Quería una vitrocerámica.
Me giré hacia los modelos expuestos que teníamos… y lo único que vi es que eran todas negras. Exactamente iguales.
Mary, una veterana promotora de ventas de electrodomésticos, no me quitaba el ojo de encima en plan “A ver de lo que eres capaz, chaval”.
Salí del paso con el mismo recurso que utilizo hoy para saber lo que quieren mis suscriptores. Y, por supuesto, conseguí la venta.
Eso sí, lo pasé fatal. Hubiera sido mucho más fácil preguntarle a Mary, pero hubiera supuesto confesar que no tenía ni idea.
“Es la primera vitrocerámica que vendes, ¿no?”, me dijo Mary cuando se marchó el cliente.
Por supuesto, la respuesta fue “Por supuesto que no”, seguida de una huida rápida.
La consecuencia es que pasé mis primeras semanas aprendiendo a base de cometer errores porque se suponía que sabía y se suponía que toda la información que necesitaba estaba en los catálogos, etiquetas y consultas de antiguos compañeros.
Literalmente estuve a punto de acabar en la calle al poco de ser contratado.
Me hubiera ahorrado mucho tiempo y noches sin dormir el haber tenido quien me acompañara en el proceso. Y no, entonces no había Internet. Ni smartphones. Tampoco me hubieran servido para nada los tutoriales de YouTube con atractivos títulos y vacíos de contenido.
Quizás por esto, a partir de entonces me convertí en el mentor de los nuevos compañeros que entraron después que yo. No quería que pasaran por lo que yo pasé.
Quizás fue porque tuve la suerte de tener muy buenos compañeros y mentores siempre.
Hoy sigo haciéndolo. Aquí:
Un abrazo,
Paco Vargas
Email Marketing & Automatización
PD. El enlace de arriba solo sirve para personas que crean que se puede conseguir tener un negocio online rentable a partir de tu propia lista de emails.
¿Te gustaría empezar a construir y monetizar tu lista de suscriptores?
Pásate por pacovargas.es/emmv y entra a mi masterclass gratuita Tu Email Marketing Mínimo viable.
Con esta masterclass aprenderás:
- Qué escribir en tus emails.
- Mi estrategia PRO para pasar de suscriptor a cliente desde el primer email.
- Cómo hacer que tus suscriptores abran y cliquen tus emails.
- Todo esto, sin gastar ni un euro en publicidad, sin miles de suscriptores y sin saber de tecnología.
Además, recibirás un consejo diario sobre Email Marketing. Cada día. En tu bandeja de entrada. Listo para implementar.
