Hola,
Friends, family and fools. Amigos, familia e incautos.
Los cimientos de cualquier negocio que empieza.
Hoy te voy a hablar de los míos. Desde mi propia experiencia.
Conseguí mi primer trabajo con 18 años recién cumplidos. Fue en uno de esos hipermercados en los que, para distinguir a un reponedor de un vendedor, a los segundos nos ponían corbata.
Recuerdo 3 cosas de mi primer día de trabajo:
La canción “Little green bag”, conocida por aparecer en la banda sonora de la película Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino. Los chicos de aquel turno de mañana nos poníamos las gafas de sol, la canción a todo trapo en el lineal de los equipos Hi-Fi y hacíamos nuestra aparición cada mañana en la tienda igual que aquellos ladrones de bancos al comienzo de la película.
El segundo recuerdo es el del fin de semana anterior aprendiendo a hacer el nudo de la corbata. Años y miles de lazadas después, nunca fui capaz de hacer otro nudo que no fuera el simple.
Y el tercer recuerdo, y en realidad el único que te interesa, es el de mi(s) primer(os) clientes.
El tipo de la traqueotomía que tenía un fax, el que vino con el mando a distancia de su recién comprada televisión mordido por un perro… y no tenía perro, o aquel que quería devolver un microondas porque decía que a su señora le crecían los pechos cada vez que se ponía en marcha.
Esto es lo que llaman ahora friends, family and fools los modernos de Internet. Vamos, aquellos primeros seres humanos que, sin saberlo, simplemente por buena voluntad, o porque hay una fuerza invisible en el Universo que ayuda a los pequeños emprendedores, se convierten en los conejillos de indias de tu nueva vida.
Y esto es así en mi caso, en el tuyo y en el del gurú que dice que lleva en Internet desde antes de que existiera Internet.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre unos negocios y otros? ¿Por qué unos triunfan y otros no?
Unos te dirán que depende del dinero de que dispongas al principio, otros te dirán que los contactos con que cuentes, los más defenderán que todo es más fácil si ya tienes experiencia en lo que sea que te vayas a dedicar.
Mi opinión es que la diferencia entre el éxito y el fracaso está en quién te rodea.
Yo tuve suerte de aprender con muy buenos profesionales, dispuestos a enseñarme todo lo que sabían. Gente que, por las circunstancias de aquellos años de crisis, estaban sobrecualificados para lo que les había tocado hacer para ganarse la vida
Hasta aquí la historia de mi vida. Ahora hablemos de la tuya. Bueno, más bien de tu estrategia de Email Marketing.
Como te he comentado anteriormente, yo tuve suerte de que, junto con mi primer trabajo, vinieron esos compañeros.
Tú tienes todavía más suerte que yo porque puedes elegir.
Y tienes dos opciones:
La primera, seguir leyendo otras newsletters de gente que busca sus friend, family and fools, seguir viendo tutoriales de YouTube de dudosa calidad o leyendo posts de blogs que siempre te dejan a medias. Los resultados serán los mismos que hasta ahora: una lista de suscriptores inexistente o menguante y unos emails que no venden.
… o puedes unirte a La Comunidad Remitentes, donde estaré dándote soporte a la vez que tendrás acceso a horas y horas de contenido formativo.
Y no te olvides de las plantillas de emails y las automatizaciones 😉
Un abrazo,
Paco Vargas
Email Marketing & Automatización
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