Cómo rascar el fondo de la olla

Hola

En este post te hablé de cómo la tecnología está para ayudarte y no para bloquearte o hacerte la vida digital más difícil.

Casualidades de la vida, la semana pasada viví un episodio que es la excepción a esta regla.

Sí, hoy toca anécdota de terror tecnológico con lección y moraleja. Sigue leyendo.

Joanna, clienta y amiga, tiene una lista con miles de seguidores. Su proveedor de servicios de Email Marketing es ActiveCampaign desde hace años.

Llevamos un mes con una estrategia que te permite hacer un pico de ventas por email a la vez que generas una estrategia que funciona de forma permanente (cuando quiero parecer guay, lo llamo evergreen). Los detalles los tienes en La Comunidad Remitentes.

Todo iba bien hasta que ActiveCampaign decidió que no tenía por qué ser así. A veces los duendes de Internet hacen estas cosas tan suicidas.

De repente, nos dimos cuenta de que los últimos emails programados no se estaban enviando. El primer susto viene cuando, al intentar acceder a ActiveCampaign para ver qué pasa… nos dice que la cuenta ha caducado.

Primera taquicardia.

Introduzco los datos de acceso a la cuenta con la esperanza de que no se haya perdido toda la información (suscriptores incluidos). Sí, conseguimos entrar, pero nos dice que hay que pagar.

Segunda taquicardia.

Miramos la tarjeta y está todo correcto, ¿qué ha pasado?

Y aquí empiezan los problemas… o los errores que llevaron al desastre.

Primer problema, el “sistema” no ha pasado el cobro a la tarjeta. No sé si el “sistema” son los Iluminatti, el Club Bilderberg o Los Templarios. Lo que sí sé es que, cuando te dicen el “sistema” es que la culpa no es tuya.

Siguiente error: El “sistema” hace su trabajo de enviar un email avisando de la incidencia. Un email que acaba en promociones. Un “sistema” de un proveedor de Email Marketing que no prevé utilizar sus propias funcionalidades e insistir en la comunicación cuando un email tan importante no se ha abierto.

Y, la definitiva, que una vez solucionado el problema, el “sistema” decidió enviar todos los emails bloqueados de la secuencia a la vez. 7 emails que llegaron a la vez a miles de suscriptores. De primero de spam.

Una malísima práctica fomentada por una herramienta que debería vigilar por todo lo contrario.

Compañeros como estos hacen buenos a cualquier enemigo y a la más desleal competencia.

Inútiles.

A partir de ahí, avalancha de emails, Whatsapps y privados de Instagram con división de opiniones, como en los toros. La división iba entre los que nos querían perdonar la vida y los que exigían que fuéramos ajusticiados en la plaza del pueblo.

Aunque después hemos comprobado que no fue para tanto. Hay lecciones aprendidas en todo esto que no tienen nada que ver la merecida agresión física al que programó el “sistema”.

La primera, que apenas hubo bajas. Si has hecho bien las cosas y nutres tu lista, puedes errar y salir con vida.

La segunda, siguiendo con lo anterior, hemos aprovechado el error para volver a vender. Confieso que mi primera reacción fue de impotencia y bloqueo (“really, ActiveCampaign, really?!”).

Pero no tardé en coger el teléfono, entrar en Whatsapp y decirle a Joanna “Vamos a rascar el fondo de la olla… aunque se nos haya quemado el guiso”.

Dime, ¿tú qué hubieras hecho?

Si quieres aprender a hacer Email Marketing y tener un soporte que te desbloquee cuando lo necesitas y te ayude a sacar adelante lo que tienes que aprender para sobrevivir al apocalipsis postpandémico:

https://remitentes.com/

Un abrazo,

Paco Vargas

Email Marketing & Automatización

PD. Espero que al menos todo esto te sirva para saber lo que va a ocurrir si alguna vez te pasa algo similar. Comentándolo con otros clientes esta semana, parece ser que no es algo poco habitual. Todos los días se aprende algo.