Hola,
“¿Tú sabes cortar un traje?”.
Nunca olvidaré el día que me hicieron esta pregunta. Y mucho menos la lección que llevaba aparejada.
Durante varios años, me gané la vida como responsable de ventas especializado en informática de consumo en una gran tienda de electrodomésticos.
Lo de especializado te lo cuento otro día. Hoy quiero hablarte de cómo conseguíamos (mi equipo y yo) ventas en el desierto en el que estaba ubicada la tienda en la que nos había tocado en suerte hacer nuestro trabajo.
La cosa no es que tuviera mucho misterio: comprabas el ordenador y yo mismo te lo instalaba en casa.
Esto le daba mucha tranquilidad a la gente. Lo de tener un ordenador en aquel final de los años 90 (sí, del siglo pasado) era casi más una obligación que un placer.
Imagínate el panorama. El transportista te plantaba el ordenador en tu casa… “¿Y ahora, qué?”.
Pues ahora me esperas, que ya voy yo a solucionarte la papeleta.
Y allí que me plantaba con mi sonrisa, paciencia y la educación que me enseñaron mis padres. Un cable por aquí, un qué buena compra ha hecho usted… y el clásico “¿me instalas el Office?”.
Y ahí aparecía la copia (pirata, por supuesto) del Office, que le había grabado un compañero de oficina.
(*Nota para Millennials tardíos y generaciones posteriores: Sí, todo lo que hacen todas las aplicaciones de Google y el actual Office 365 cabían en un CD que nos costaba unos céntimos).
La copia del Office siempre era pirata. De hecho, llegué a pensar que nunca existió una copia original. Ni siquiera en las oficinas centrales de Microsoft.
Siguiendo mi filosofía de dar más de lo que mis clientes esperan de mí, lo normal es que les dejara la copia instalada. Apenas me costaba unos minutos y me permitía enseñarles cómo instalar los programas, lo cual reducía el soporte telefónico posterior.
Pero había épocas en las que el tiempo escaseaba, así que tenía que salir por peteneras.
Siempre igual: “Mira, es muy fácil…”, y le explicaba al cliente verbalmente cómo introducir el CD en el ordenador (sí, había que explicar eso también) y lo que ocurriría después.
“Es muy fácil” era la frase que daba por finalizada la clase oral de instalación de software pirata.
“¿Tú sabes cortar un traje?”, me preguntó un día uno de estos clientes.
“No”, respondí yo con el tono de obviedad que requería la situación.
“Pues es muy fácil”, sentenció aquel cliente.
El tipo era sastre.
Por supuesto, le instalé su Office y no he vuelto a decir “Es muy fácil” nunca más.
(O al menos no de forma consciente).
Te cuento esto porque hay mucha gente que me dice que hacer Email Marketing es muy fácil.
“Es solo enviar emails”.
“Tan solo hay que crear una lista de suscriptores”.
“La herramienta de Email Marketing te hace todo el trabajo”.
Tú y yo sabemos que no es así. Que lo normal es que envíes tus emails y no obtengas ventas, o que ni siquiera seas capaz de captar altas en tu lista de suscriptores.
De lo de cómo configurar tu herramienta de Email Marketing para que haga lo que tú quieres de forma automática ya ni hablamos.
Por eso estoy seguro de que tener a alguien que te ayude a instalar ese “Office”, que resuelva tus dudas y, sobre todo, que te cuente de forma clara qué es lo que funciona y lo que no en el Email Marketing de hoy en día, es lo que necesitas.
También necesitas que esto no suponga una carga inasumible para tu negocio. Sé lo que es empezar a construir tu propia lista sin apenas comunidad.
Te recuerdo que, por menos de lo que te inviertes en desayunar cada día, te llevas:
- Todas mis formaciones online presentes y futuras siempre actualizadas. No, no solo actualizaciones (que también), sino cualquier formación online que saque en el futuro.
- Cientos de plantillas de emails (y subiendo). Mías y de mis clientes.
- Plantillas de automatizaciones en las principales herramientas de Email Marketing.
- Comunidad de soporte en Telegram. Y conmigo como parte del grupo.
- Soporte en directo conmigo dos veces al mes. Porque hay cosas que solo se solucionan hablándolas 😉
- Zona Techie: Mi “cómo hago para…”. Porque sé que cuando te lo explican parece fácil, pero luego a la hora de la verdad no lo es tanto.
Me he propuesto ponerte difícil la excusa de este año para no hacer del Email Marketing tu principal fuente de ingresos online.
Aquí:
Un abrazo,
Paco Vargas
Email Marketing & Automatización
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